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Síntomas del virus de papiloma humano

Dra. Ena Victoria Ramírez • Oct 28, 2019

Síntomas del virus de papiloma humano

Síntomas del virus de papiloma humano

Síntomas del virus de papiloma humano por lo general son infrecuentes, transitorias y desaparecen sin tratamiento. No obstante, en algunas ocasiones las infecciones por el virus del papiloma humano (VPH), evolucionan y dan origen a verrugas cutáneas anales o genitales y en circunstancias raras, puede causar cáncer de cuello uterino detectado en las pruebas de Papanicolau.

Los virus del papiloma son virus ADN que afectan células escamosas del epitelio del tracto genital, el epitelio oral, nasal y faríngeo. Se han descrito actualmente más de 200 tipos de VPH, de los cuales 40 han sido asociados con infecciones en el cuello uterino, la vagina, la vulva, el recto, la uretra, el pene y el ano. Los tipos de VPH son clasificados de “alto riesgo” cuando presentan propiedades oncogénicas (es decir que tienen el potencial de llegar a producir cáncer) y de “bajo riesgo” sin capacidad cancerígena.

El VPH generalmente se transmite por contacto directo mediante relaciones sexuales vaginales o anales. La prueba de Papanicolaou (citología cervicovaginal) facilita la detección precoz del cáncer de cuello uterino, una de las consecuencias más importantes del VPH. La identificación de los síntomas del virus de papiloma humano y un tratamiento temprano pueden prevenir el desarrollo del cáncer de cuello uterino.

Factores de riesgo para la trasmisión del virus del papiloma humano

  • Inmunosupresión
  • Tabaquismo
  • Nuevas parejas sexuales
  • Historial de neoplasia
  • Deficiente estado nutricional
  • Infecciones vaginales a repetición
  • Enfermedad de transmisión sexual primaria
  • Número de compañeros sexuales
Síntomas del virus de papiloma humano en mujeres

La infección genital por el VPH de bajo riesgo se asocia con el desarrollo de verrugas cutáneas. Por otro lado, los tipos de VPH de alto riesgo se asocian a cáncer de cuello uterino, vulva, vagina y ano. No obstante, en la mayoría de los casos las infecciones por VPH desaparecen espontáneamente y no evolucionan a cáncer de cuello uterino.

Prevención del virus de papiloma humano

La forma más eficiente para disminuir el riesgo de adquirir el virus del papiloma humano es la vacunación. Idealmente se debe hacer en niñas entre los 9 y los 13 años (en estos casos disminuímos hasta en un 85% el riesgo de tener cáncer del cuello del útero), pero se pueden vacunar mujeres hasta los 45 años independientemente de si ya han tenido relaciones sexuales o no.

Para disminuir el riesgo de transmisión del virus de papiloma humano es utilizar barreras físicas como los condones.
Reducir el número de parejas sexuales. Abstenerse del contacto genital e íntimo sin penetración del área genital disminuye el riesgo de contagio de una Enfermedad de Transmisión Sexual y Virus de Papiloma Humano.

Para individuos sexualmente activos, tener una única pareja no infectada es la forma más eficaz para prevenir una infección. No obstante, en la mayoría de los casos los individuos infectados son asintomáticas y resulta imposible reconocer la infección; por lo tanto las pruebas de detección son otra forma segura y útil de prevenir la transmisión.

Detección de la infección por el virus del papiloma humano

Genotipificación del virus del papiloma humano mediante pruebas de PCR (genéticas): con esta prueba estamos buscando directamente la presencia del ADN del virus del papiloma humano (de los 15 subtipos de alto riesgo) en las células del cuello del útero. Es ideal hacerla en toda mujer a partir de los 30 años. En mujeres menores de 30 años queda a criterio del ginecólogo el realizarla o no. Se toma la muestra del cuello uterino igual que se toma la de la citología.

La citología o prueba de Papanicolaou: es una de las principales técnicas para detectar de forma precoz el cáncer de cuello uterino o células precancerosas que puedan manejarse, antes de que progresen a un cáncer. Consiste en analizar las células del cérvix. Como se ha expresado anteriormente, el cérvix o cuello uterino tiene dos tipos de células: las escamosas localizadas en el exocérvix y las glandulares ubicadas en el endocérvix. El cáncer aparece en la intersección del exocérvix y endocérvix.

Indicaciones previas a cualquiera de los dos procedimientos

  1. Evitar tener relaciones sexuales 24 horas previas al examen.
  2. Mantener una buena higiene genital con agua abundante, evitando los lavados internos.
  3. No utilizar tratamientos antibióticos (óvulos, cremas vaginales) entre 5 a 7 previas previos a la prueba.
  4. Se debe tomar en cualquier momento entre 5 días después de que pase la menstruación y 5 días antes de que llegue la siguiente.
Durante el procedimiento, el médico te indicará la posición ginecológica que debes adaptar, y procurar estar relajada. Posteriormente, como se ha expresado en anteriores post, el médico separará con una mano los labios vulvares e introducirá un espéculo lubricado con gel a base de agua en el canal vaginal.

Una vez el espéculo haya penetrado la vagina se desplegarán las hojas para visualizar e inspeccionar la presencia de irregularidades o secreciones del cuello uterino y se tomará 1 muestra del canal cervical con un cepillo especial para tal efecto en caso de ser una genotipificación o sino, se toman 2 muestras: del exterior del cuello (exocérvix) y del canal del cuello (endocérvix).

Si tomamos genotipificación HPV y ésta es negativa, la prueba se repetirá a los 5 años (no hay necesidad de volver a hacer la misma prueba, ni siquiera una citología en este tiempo).

Si tomamos Citología cervicovaginal (CCV) y ésta es negativa, se debe repetir cada uno a tres años.

Si deseas obtener más información sobre los síntomas del virus de papiloma humano en mujeres, hombres, niños y los exámenes para su precoz detección, te invitamos a que ingreses a nuestra pagina web: www.eviginecologia.com/.

por Natalia Obando 03 mar., 2020
Tratamiento para candidiasis . La candidiasis recurrente es una infección vaginal a repetición, ocasionada por diversos hongos del género Candida. La C. albicans, es el hongo que afecta con mayor frecuencia (85-95%) el tracto vaginal, especialmente a mujeres entre 20 y 45 años. La infección a repetición puede ocurrir por transmisión sexual o por invasión del tracto gastrointestinal, donde el sistema de defensa vaginal no responde adecuadamente, o los microorganismos son más resistentes y virulentos. Existen múltiples factores desencadenantes de la candidiasis recurrente. Entre los cuales se destaca, los trastornos metabólicos como la diabetes mellitus, el sobrepeso u obesidad, el embarazo, el consumo de corticoides o antibióticos, los periodos menstruales y el uso de estrógenos en altas concentraciones. Otros factores asociados a las condiciones externas incluyen el uso de jabones que alteran el pH y la flora vaginales normal, la humedad, el calor, la fricción y el uso de ropa interior de material sintético. Los síntomas de la candidiasis recurrente varían en función de la localización de la infección. Generalmente, las localizaciones más comunes son la orofaringe, la esofágica, la mucocutánea (tracto intestinal o vaginal) y la diseminada. En la candidiasis genital y perianal suele presentarse enrojecimiento, edema (hinchazón) en labios menores, prurito y quemazón. Asimismo, se acompaña de secreción blanquecina, espesa, dolor intenso, enrojecimiento e inflamación de la vulva. Por lo general, la micción y mantener relaciones sexuales exacerban los síntomas y suelen ser muy dolorosas. Generalidades de la candida albicans La C. albicans es un hongo del género candida, que crece en una temperatura de 37°C (temperatura corporal). Para su supervivencia y multiplicación, necesita de ambientes húmedos, como las mucosas, la piel y las uñas. Es por esto que, el principal reservorio de este microorganismo es el ser humano, y está presente en piel, boca, faringe, estómago, colon, recto y vagina de individuos completamente sanos. La infección se produce por una colonización de cepas en el tracto gastrointestinal o en la piel, ya sea por una transmisión sexual, mediante manos, objetos o alimentos contaminados, o por transmisión vertical, a través de la madre al hijo durante el parto. Factores de riesgo de candidiasis recurrente Inmunodeficiencia: el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), el cáncer, la quimioterapia o radioterapias, y los tratamientos con corticoides, esteroides, inmunosupresores; son condiciones que interfieren con la actividad de defensa del sistema inmunológico, aumentando el riesgo de infecciones. Fármacos: los antibióticos a repetición, mal administrados o prescritos, aumentan la resistencia bacteriana, y consecuentemente las infecciones a repetición. Estrés, tabaco y alcohol: alteran el sistema inmunitario, aumentando la susceptibilidad a la invasión de microorganismos bacterianos. Dieta deficiente: una dieta carente de nutrientes, puede afectar la flora intestinal. Higiene oral pecaría: puede convertirse en un medio óptimo para la proliferación de microorganismos. Alteraciones hormonales: embarazo, consumo de anticonceptivos orales, la menopausia. Trastornos metabólicos: diabetes mellitus, obesidad, sobrepeso, etc. Lesiones mucocutáneas: producidas por el humo, las quemaduras o en algunos casos la diabetes. Clasificación de la candidiasis Candidiasis oral: los síntomas incluyen placas de color blanco o rosados en la lengua, mucosa oral, comisura de labios, encías o paladar. Aunque en la mayoría de ocasiones son dolorosas, arden y producen un sabor desagradable ya que desencadenan grietas y úlceras, existen individuos que cursan la infección de forma asintomática. Candidiasis esofágica: suele aparecer úlceras o placas en la garganta, produciendo dolor en el pecho asociado con dificultad para consumir alimentos. Onicomicosis: caracterizada por una lesión gradual sobre la capa de queratina de la uña. Por lo general, la uña aumenta el grosor, cambia el tono, produce dolor y pus. Candidiasis urinaria: los hongos del género candida, pueden afectar la vejiga, la uretra y en algunas ocasiones en riñón. Es frecuente en pacientes en diálisis, en tratamientos con corticoides o esteroides, en pacientes diabéticos, o problemas con el metabolismo de los carbohidratos. Candidiasis intestinal: la proliferación masiva de cepas de candida que habitan en el tracto intestinal, pueden dar origen a una infección acompañada de constipación, diarrea, deshidratación, hinchazón abdominal y a nivel sistémico puede ocasionar fatiga, irritabilidad, fiebre y pérdida de peso. Candidiasis genital: es una de las más frecuentes en la que las cepas afectan la mucosa vaginal, provocando el flujo blanquecino, espejo, prurito, y enrojecimiento, quemazón e hipersensibilidad de la vulva. Tratamiento para la candidiasis No farmacológico Reducir la ingesta de carbohidratos simples: para evitar la multiplicación de las cepas de Candida, se recomienda moderar el consumo de alimentos ricos en azúcares simples, ya que éstos son la principal fuente de energía de los hongos y pueden aumentar su capacidad de adhesión. Asimismo, es una medida preventiva para evitar la intolerancia al gluten. Aporte de suplementos: se recomienda complementar la dieta con suplementos vitamínicos o frutas, verduras y pescados con alto contenido en vitaminas, minerales, antioxidantes y omega 3, que favorecen la recuperación de la mucosa del intestino, actúan como una medida protectora frente a las agresiones y disminuyen la inflamación. Farmacológico Antes de empezar con el tratamiento para la candidiasis , es importante realizar un estudio de laboratorio de: pH vaginal: en condiciones normales el pH vaginal s es de 4.0 a 4.5. Un pH elevado puede sugerir una vaginosis bacteriana (pH > 4.5) tricomoniasis (pH 5 a 6) o vulvovaginitis por Candida (pH de 4.0 a 4.5). La observación microscópica de la secreción vaginal es una herramienta de ayuda para determinar la existencia de estructuras fúngicas. Frote: este examen utiliza un portaobjetos (extendido) con la secreción vaginal, que debe secarse y fijarse ya sea con alcohol o calor. Estas muestras se tiñen con Gram o Giemsa/ Wright y así es posible observar las levaduras. Cultivo: el estándar de oro para el diagnóstico de la candidiasis se realiza través de un cultivo en un medio agar dextrosa Sabouraud (SDA). Al microscopio es posible observar diversas levaduras de formas redondas u ovaladas, únicas o en gemación múltiple y ocasionalmente seudohifas. De forma habitual el tratamiento para candidiasis consiste en la aplicación de cremas vaginales antifúngicas o comprimidos vaginales. En casos graves, el tratamiento tópico debe estar acompañado de fármacos orales. Algunos de los fármacos utilizados son: Inhibidores de la síntesis de ergosterol: el mecanismo de estos fármacos radica en la membrana celular del hongo, a través de su unión al ergosterol, alterando la permeabilidad celular. La absorción intestinal de estos fármacos es baja, y la eliminación renal es lenta. En este grupo se encuentra la anfotericina B y la nistatina que resultan tóxicas para el riñón y sistema nervioso, por ende, deben ser utilizadas únicamente bajo supervisión médica. Azoles: estos fármacos actúan sobre la síntesis de la membrana celular del hongo, inhibiendo la desmetilación del lanosterol a través del citocromo P450. Dentro de este grupo se encuentran el clotrimazol. trimazol, itraconazol, ketoconazol, miconazol, entre otros. En altas dosis y por tiempo prolongado, estos fármacos son tóxicos; a pesar de esto el itraconazol no son considerados hepatotóxicos ya que se adhieren en menor medida al citocromo P450. Prevención de la candidiasis recurrente La medidas preventivas incluyen limitar el consumo de azúcares simples, no usar ningún tipo de jabón en el área genital, usar ropa interior de algodón, secar muy bien todas las áreas corporales, evitar el uso de aerosoles o desodorantes en la zona íntima, mantener una buena higiene genital y oral, evitar las duchas vaginales, no usar prendas apretadas o húmedas y cambiarlas siempre después de hacer ejercicio o nadar y mantener relaciones sexuales con métodos de barrera. Asimismo, evitar el tabaquismo y el estrés. Si deseas obtener más información sobre las indicaciones, dosis y efectos adversos del tratamiento para la candidiasis y alternativas para prevenir la candidiasis recurrente, te invitamos a que ingreses a nuestra pagina web: https://www.eviginecologia.com/
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