¡Mi bella dama! Esas dos liquidas perlas que desprenden tranquilas y radiantes pupilas y convidándome a verlas...
Y ese encendido color de tu semblante hermosa mía que estás respirando amor.
¡Oh mi bellísima Inés! Escuchadme sin enojos como lo haces. Mira aquí a tus pies, este corazón traidor de rendirse no creía, ahora he me aquí adorando vida mía la esclavitud de tu amor.
Callad por dios Don Juan o no podré resistir mucho tiempo morir, callad por compasión que mi cerebro enloquece y arde el corazón. ¿Qué posees don juan que me atraes en secreto?¡Que he de hacer ay de mí! Y caer en vuestros brazos.
¡Alma mía! Esa palabra cambia de modo mi ser, bellísima doña Inés iré mi orgullo a postrar ante elbuen Comendador, y habrá de darme tu amor, o me tendrá que matar.
Yo voy a ti como rio al mar, tu presencia me enajena,tus palabras me alucinan, tus ojos me fascinan, tu aliento me envenena, ¡Don Juan compasión! o arráncame el corazón o ámame porque te adoro.
¡Comendador!, Yo idolatro a doña Inés, su amor me torna en otro hombre. Escucha pues yo la daré un buen esposo y ella me dará el Edén.
¡Don Juan! Miserable, tú has robado a mi hija Inés de su convento, y yo vengopor tu vida o por mi bien.