Ensayos

Practica Educativa en la Educación Primaria desde la Perspectiva de la Pedagogía del Amor

Educational Practice in Primary Education from the Perspective of the Pedagogy of Love

César Enrique López Arrillaga
Universidad Latinoamericana y del Caribe, Venezuela

Practica Educativa en la Educación Primaria desde la Perspectiva de la Pedagogía del Amor

Revista Scientific, vol. 4, núm. 11, pp. 280-294, 2019

Instituto Internacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico Educativo

Recepción: 06 Marzo 2018

Aprobación: 25 Mayo 2018

Resumen: El presente ensayo pretende aproximarse a los conceptos básicos de Educación Holística de Barrera (2010), además los postulados de la Pedagogía del Amor, como Pérez (2012); Freire (1995), Gallegos (2010) y un breve recorrido por la práctica de los docentes, como Ortiz (2008) y las estrategias de Morín (2000), en la Educación que garantice la optimización del quehacer educativo de las escuelas primarias, fundamentada en el sentimiento del amor y admitir a los estudiantes en su complejidad desde su diversidad de contexto social, como aporte primordial al sistema educativo bolivariano de Venezuela, con la finalidad de brindar aportes teóricos y reflexiones para dar elementos para mejorar la calidad de la práctica educativa de los docentes en la educación primaria basada en la pedagogía del amor, desde la praxis cotidiana en las instituciones educativas.

Palabras clave: educación, docente, pedagogía, afectividad, docente de escuela primaria.

Abstract: This essay aims to approach the basic concepts of Holistic Education of Barrera (2010), as well as the postulates of the Pedagogy of Love, such as Pérez (2012); Freire (1995), Gallegos (2010) and a brief tour of the practice of teachers, such as Ortiz (2008) and the strategies of Morín (2000), in Education that guarantees the optimization of the educational task of primary schools, based on in the feeling of love and admit the students in its complexity from its diversity of social context, as a primary contribution to the Bolivarian educational system of Venezuela, with the purpose of providing theoretical contributions and reflections to give elements to improve the quality of educational practice of teachers in primary education based on the pedagogy of love, from everyday practice in educational institutions.

Keywords: education, teacher, pedagogy, emotions, primary school teacher.

1. Introducción

En el proceso de globalización y postmodernidad que vive la sociedad actualmente, y los sistemas educativos no escapan de esta realidad en especial en el nivel de la educación primaria, dada la relación que existen entre los profesores-estudiantes, resaltando la idea de que cada escolar posee un cumulo de sentimientos, emociones, pensamientos y situaciones que debe vivir que son en gran parte barreras para su formación.

En este mismo orden de ideas, el docente en su rol de formador adquiere una vital importancia en el proceso de enseñanza y aprendizaje en los estudiantes, dado que es la persona con autoridad, representa el ejemplo a seguir y que en los docentes encuentran la figura de amor, respeto, tolerancia, solidaridad y comprensión que no poseen en sus hogares.

Para Jiménez (2016a), plantea:

En efecto, la acción educativa del docente implica vivir el servicio con alegría, de tal manera que la educación en cualquiera de sus niveles y/o modalidades sea un reencuentro atractivo, placentero, donde se fortalezca la iniciativa, la motivación y se convierta en una aventura, permitiendo experiencias humanas extraordinarias y un aprendizaje significativo (pág. 271).

En concordancia, la pedagogía del amor orienta su práctica educativa en un clima escolar con alegría, impulsando la motivación de sus estudiantes a encuentros enriquecedores propiciando experiencias humanas en la construcción del conocimiento colectivo y la adquisición de aprendizajes significativos para la vida cotidiana en el marco de los valores de la solidaridad, respeto y tolerancia.

De allí que, el presente ensayo brindará reflexiones sobre la practica educativa de los docentes basada en el amor, un sentimiento que promueve un clima escolar en la ternura y comprensión de cada complejidad de vida que posee los estudiantes en la educación primaria.

2. Desarrollo

2.1. La Pedagogía del Amor

Para Freire (1995): “La pedagogía del amor reconoce la importancia de la educación en valores para el crecimiento armónico de la personalidad del educando y su incorporación a la vida social y colectiva” (pág. 142). De allí que desde esta perspectiva es considerada la inclusión de los valores en la educación primaria como elemento de consolidación armónica de la formación integral de los estudiantes para una vida social y colectiva, que propicie la transformación de los actores en el quehacer educativo.

En concordancia, Cabral (1976), plantea:

La pedagogía del amor busca la veracidad, autenticidad, naturalidad, el realismo; siendo fundamental el admitir las equivocaciones propias, reconociendo cada uno de los errores cometidos construyendo responsabilidades para mejorar la seguridad, y autoestima orientando al desarrollo integral de la personalidad del escolar (pág. 86).

Por su parte, la pedagogía del amor en la práctica educativa de los docentes en la educación primaria promueve la construcción de la autenticidad de los participantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje en un ambiente de realismo y naturalidad orientado a la construcción colectiva del conocimiento y el reconocimiento reciproco de sus errores y debilidades en función de consolidar su seguridad y autoestima en el marco de una formación amorosa y holística de los educandos.

Igualmente, Freire (1989), señala que:

La Pedagogía del Amor orienta que el docente desarrolle la capacidad e escucha activa, poniendo atención a diferentes expresiones que el niño desarrolla en el transcurso de la clase estableciendo actividades que posibiliten la integración el padre de familia en el desarrollo y maduración de sus hijos (pág. 58).

En concordancia con el autor, se considera la Pedagogía del Amor como un espacio en el cual los docentes pueden ampliar y fortalecer sus habilidades para la escucha activa y desarrollar su perspectiva sobre las manifestaciones que expresen los estudiantes durante el proceso de formación en las aulas de clases, así mismo se considera la inclusión de los padres juega papel importante en la maduración de los conocimientos y personalidad de los estudiantes.

En este mismo orden ideas, Gallegos (2010), indica: “El amor es substancial para el desarrollo del niño, evidenciado en la aceptación, seguridad, valoración, consiguiendo el respeto mutuo para un aprendizaje autónomo formando un clima propicio al aprendizaje” (pág. 115). En efecto, desde el amor debe profundizarse el proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación primaria, donde propugne los valores de solidaridad, tolerancia, respeto y democracia en los estudiantes, desde la práctica laboral del docente consciente y comprometido con la formación en seres humanos diversos.

En consecuencia, Jiménez (2016b), puntualiza:

De esta manera, lograr una formación integral que aporte a la sociedad ciudadanos felices, amorosos, solidarios; en otras palabras, formar ciudadanos democráticos capaces de resaltar los principios constitucionales venezolanos del amor, la paz, la igualdad, la equidad y la libertad (pág. 272).

En este sentido se comprende, la importancia de los aportes que realiza los docentes de educación primaria en las aulas, los cuales deber asumir el papel de formador de valores en los estudiantes, para que se inculcado en la personalidad de los estudiantes los principios patriotas de Venezuela, el amor, la paz, la libertad, la democracia, entre otros. Consolidando el perfil del ciudadano íntegro y con actitudes de principios y valores de convivencia como seres humanos iguales.

2.2. Práctica del docente

La práctica educativa del docente en la educación primaria, se orienta por el sentimiento más sublime que existe en las relaciones humanas, el amor con sus estudiantes con la finalidad de propiciar un clima escolar amoroso, en el cual los educandos desarrollen habilidades y destrezas solidas en su proceso enseñanza-aprendizaje, en correspondencia con Jiménez (2016c): puntualiza que “educar es un acto de amor mutuo” (pág. 275).

Así mismo, Ortiz (2008), opina que: “La práctica docente es una acción que admite modernizar, progresar y transformar el proceso de enseñanza en el aula, alcanzando la producción de conocimientos en un proceso de comprensión, creación e innovación de un aspecto de la realidad educativa” (pág. 99).

De acuerdo con lo anterior, los docentes en el nivel de primaria al mantener una perspectiva holística del quehacer educativo, podrán elevar la calidad educativa deseada en el proceso de formación de sus estudiantes mediante un ambiente de comprensión, creatividad e innovación, transformando la realidad escolar, con la motivación de los estudiantes.

Resulta asimismo interesante, lo plateado por Díaz y Hernández (1998): “El educador implicado en el ejercicio de la docencia, puede formar desde diversas aproximaciones disciplinarias, dada la complejidad que presentan la explicación de los procesos de aprendizaje y desarrollo personal involucrado, orientando la reflexión y la práctica” (pág. 78). De allí que, los docentes en su praxis educativa se relacionan con la aplicación de estrategias y disciplinas acorde con los intereses y las necesidades de los estudiantes en relación con la reflexión y la práctica de una educación más humanizada y amorosa propiciando un ambiente sano para todos los actores educativos.

En ese mismo contexto, Morín (2000), plantea: “El desarrollo de estrategias cognoscitivas parte desde una orientación dirigida al docente, aprovechando su motivación, conocimiento, experiencia, destrezas, habilidad en el tratamiento de las situaciones educativas continuando en un proceso de autorrealización y mejoramiento permanente” (pág. 98).

En efecto, es imperativo la planificación, ejecución y evaluación de las estrategias desde la perspectiva de los docentes de educación primaria para moldear un mejor tratamiento al contexto educativo determinado que permita la formación permanente de los docentes para la adquisición de herramientas, habilidades y destrezas desde el hecho educativo, y permita la autorrealización individual y colectiva de todos los actores en las aulas de clases.

Atendiendo estas consideraciones, Newman y Wehlage (1993), señalan: “Como docentes, la función es alcanzar el aprendizaje de los educandos considerando diversos factores como: capacidad, habilidad, estimulación, motivación, los conocimientos previos, y la aplicación de estrategias pedagógicas” (pág. 325). Por ello, los docentes desde su postura y cosmovisión de la realidad educativa poseen el rol esencial de formadores de seres humanos, por lo cual se propicia la consideración de las particularidades de cada estudiante como una totalidad que conlleva al colectivo, en el marco de evaluación previa de los diversos factores que componen el contexto educativo.

De igual manera, el docente es una persona que cultiva sensibilidad humana, paciencia y tolerancia con un alto grado de aceptación por la diversidad de sus estudiantes, partiendo de la observación y previa evaluación de sus alumnos, con la finalidad de afianzar estrategias diversas que permitan la concreción y consolidación de la meta educativa para la formación integral con niveles aceptables de calidad en la educación primaria.

Tenemos pues, que Fainholc (2008): “El principal objetivo del profesorado se enfoca en el desarrollo integral del estudiante en función de sus capacidades y demás circunstancias individuales, estableciendo parámetros educativos relacionados con la Actualización y Fortalecimiento Curricular del Ministerio de Educación” (pág. 54). Esto implica ubicar la premisa de los docentes de educación primaria es centrar su trabajo pedagógico y formativo en relación con las necesidades de formación de los estudiantes como seres humanos provisto de una diversidad y enriquecida variedad de situaciones emocionales, psicológicas, sociales, culturales y espirituales, lo que el docente debe asumir una postura holística en el marco del amor a sus estudiantes y aceptación de sus realidades.

En esta perspectiva, Jiménez (2016d), señala: “desde esta dirección, la gerencia de aula constituye los motivos que llevan al docente a ejercer su labor, por cuanto si un docente realmente ama su profesión, disfruta compartir e interactuar con sus estudiantes” (pág. 277), Es por eso, que los docentes de la educación primaria en la actualidad su práctica educativa en las aulas se orienta la formación integral de sus estudiantes, es importante tomar en cuenta la motivación individual que posee en el ejercicio de su profesión vinculado a su vocación de servicio.

2.3. Proceso de enseñanza-aprendizaje basado en el amor

Dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje es importante tomar en cuenta a Ausubel (1976), que señala: “La educación es un proceso que promueve el desarrollo de habilidades físicas, intelectuales, morales bajo las normas, leyes, reglamentos, lineamientos sociopolíticos de cada país, para mantener, en el tiempo y en el espacio, los principios filosóficos de cada sociedad” (pág. 85). Por lo tanto, es importante que los docentes de la educación primaria se encuentren actualizados en función al marco jurídico venezolano para promover un ajustado proceso educativo en función a la legalidad de la educación como derecho humano, y el respeto del desarrollo de las habilidades integrales de todos los actores educativos en especial los estudiantes.

Así mismo, Gallegos (1999): “La calidad de la educación se relaciona un aprendizaje coherente con la vida cotidiana, donde el docente centra su atención en el educando, aplicando la pedagogía crítica, conllevando a una educación con calidad y calidez” (pág. 117). De acuerdo con lo anterior, se puede observar la gráfica nº 1, en la cual se postula el proceso educativo desde la práctica del amor en lo cotidiano vinculado al contexto comunitario, por ende, el docente de educación primaria enmarca su labor educativa en la pedagogía critica donde los educandos desarrollan habilidades para la vida en un ambiente amoroso y humano de comprensión, tolerancia y aceptación del otro.

Proceso educativo basado en el amor.
Gráfica nro. 1.
Proceso educativo basado en el amor.
El Autor (2018).

Por su parte, Pezo (2008), plantea: “Esto es educación, formar, desarrollar y capacitar todos y cada uno de los aspectos de la personalidad del individuo, para hacerlo productivo a nivel personal como profesional; individual o en conjuntos, como hombre/mujer o como ciudadano” (pág. 106).

De allí que, la educación primaria debe fundamentarse en la formación, capacitación y consolidación de las habilidades, destrezas y conocimientos individuales de los estudiantes en función de la generación de ciudadanos impregnados de amor, respeto, solidaridad, tolerancia, democráticos, participativos y como actores activos en su entorno social. Además, es importante resaltar que la educación debe ir en el marco de las exigencias del país como nación, identificando las necesidades de formación en las áreas críticas para el desarrollo integral de la sociedad actual, desde la valoración individual de cada escolar hacia lo colectivo como elemento de la perspectiva del amor y la humanización del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Además, Castellanos, Castellanos, Llivina y Silverto (2001), puntualiza: “El desarrollo integral de la personalidad del estudiante, es decir activar la apropiación de conocimientos y habilidades intelectuales propias de cada especialidad en estrecha interacción con la formación de sentimientos, cualidades, principios, convicciones e ideales” (pág. 39). En lo esencial el docente como formador de ciudadanos, en su práctica educativa propicia en la personalidad de sus estudiantes los más profundos valores necesarios para una buena sociedad que actualmente requiere de una nueva orientación en sus relaciones sociales. Aunado a esto, el docente juega un papel importante en la formación valores en sus estudiantes, ya que ellos en mediano y pronto plazo son la generación de relevo en el país.

Por consiguiente, en la práctica del docente de la educación primaria se inclina en una orientación de las relaciones humanas, basada en el cultivo de los valores en la personalidad de los estudiantes como la tolerancia, el amor, el respeto, la participación en asuntos de su interés, en la toma de decisiones en función de consolidar ciudadanos críticos, independientes y amorosos en su vida cotidiana.

Dentro de esta perspectiva, Gil (1991), plantea:

El educando fortalece el diálogo, dentro de un contexto histórico, cultural, social, político, ético, estético; facilitando los procesos educativos, para la construcción crítica permanente del conocimiento, incorporando el uso de las nuevas tecnologías; sin perder de vista las especificidades de sus roles (pág. 289).

Atendiendo estas consideraciones, es importante que los docentes de educación primaria reubiquen la importancia del dialogo en las aulas de clases en función que los estudiantes desarrollen su capacidad crítica en la construcción colectiva del conocimiento en conjunto con los avances actuales de las tecnologías fortaleciendo los roles desempeñados en el proceso de enseñanza-aprendizaje fortaleciendo su formación integral en el contexto actual y vigente de la sociedad.

Por su parte, Coll (1993), indica lo siguiente:

Diversos estudios establecen una relación directa entre el clima escolar positivo y rendimiento, adquisición de habilidades cognitivas, aprendizaje efectivo, desarrollo de actitudes hacia el estudio, vinculando la percepción del clima social escolar, el desarrollo emocional, social de estudiantes y docentes (pág. 34).

Partiendo de lo anterior, el clima escolar debe impulsarse desde lo positivo, con actos de amor y respeto a todos los actores del hecho educativo, propiciando el espacio ideal para el aprendizaje significativo y efectivo en los estudiantes para un normal desenvolvimiento emocional en el aula y demás espacios de la institución educativa. En líneas generales, el docente como facilitador garantiza el clima escolar con las medidas y estrategias más pertinentes en las cuales los estudiantes adquieran el conjunto de valores.

3. Reflexiones Finales

La pedagogía del amor debe ser parte de la cotidianidad de los docentes en la educación primaria, considerándola como fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje en los estudiantes, en la medida que se promueva el amor en las aulas de clases, tendremos un nuevo tejido social con valores elementales para la convivencia como país, tales como la tolerancia, el respeto, aceptación, honestidad, entre otro.

Al hacerse énfasis en el amor como elemento fundamental de la práctica educativa de los docentes, se pone de manifiesto la importancia de brindar una educación amorosa y humanista que promueva en el aula un clima de armonía y convivencia entre los estudiantes y profesores promoviendo la pedagogía crítica para formar seres humanos integrales y forjados en valores. En líneas generales, la práctica del docente de la educación primaria desde la perspectiva de la pedagogía del amor en sus aulas de clases, promueve un proceso interno en el docente como formador, mediador y facilitador del aprendiza, en que debe aprender y desaprender en su praxis educativa en función de garantizar las estrategias pedagógicas para la promoción del amor en su aula como principio de trabajo cotidiano fortaleciendo el trabajo en equipo para la generación del conocimiento de manera enriquecedora y satisfactoria.

Otra tarea importante, los docentes en su proceso de redescubrir el amor así mismo, su vocación de servicio e iniciar a valorar el rol que les toco desempeñar en sus vidas, al ubicarse como una persona en que los estudiantes se relacionan estrechamente, teniendo en sus manos la formación de las generaciones de seres humanos que en colectivo harán del país, una nación con valores democráticos y sociales, la consolidación de la familia y la motivación al estudio como elementos de fortalecimiento de la educación en Venezuela.

Referencias

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Notas

Autor
e-mail: prof.cesarlopez@gmail.com
César Enrique López Arrillaga
e-mail: prof.cesarlopez@gmail.com

Nací en la Guaira, estado Vargas, Venezuela. Licenciado en Educación de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR); Magister Scientiarum en Educación Superior de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (UNEFA); Doctorante del programa Ciencias de la Educación de la Universidad Latinoamericana y del Caribe (ULAC). Docente de educación primaria de la Unidad Educativa Nacional Bolivariana Guaicaipuro.

Información adicional

Autor: César Enrique López Arrillaga: Universidad Latinoamericana y del Caribe, ULAC prof.cesarlopez@gmail.com Caracas, Venezuela https://orcid.org/0000-0002-2926-8508

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